Escrito por: Katherin Álvarez
La experiencia del décimo aniversario del FESTIVAL ESTÉREO PICNIC
¿Un Estéreo Picnic más? ¿Otro año de lluvia y barro en el festival? No, la décima edición del FEP fue totalmente diferente a los años anteriores.
“Un mundo distinto” no hay mejor forma para describir este festival en el que por tres días te sientes totalmente fuera de tu realidad. El FEP te transporta a un lugar donde la música lo es todo, no hay preocupaciones, el único afán es cuadrar tu tiempo para poder ver la mayor cantidad de artistas posible, la mayoría de talla internacional.
Transporte
Cinco meses. Ese fue el tiempo que duré esperando con ansias el que es, en mi concepto, el mejor festival de Colombia. Cuando me enteré del cambio de locación, pensé que el transporte iba a ser un problema, pues para nadie es un secreto que en Bogotá la movilidad es un caos. Sin embargo, el FEP volvió a sorprenderme, antes del festival me llamaron al menos dos veces para confirmar cuál sería mi método de movilidad, me ofrecieron varias alternativas de transporte: buses, conductor elegido o Van. Los buses salían desde tres puntos de la ciudad (Gran Estación, Unicentro y Parque Nacional), el conductor elegido me podría haber recogido en el festival y la Van tenía capacidad para 11 o 15 personas. Desde el inicio supe que el FEP lo tenía absolutamente todo cubierto.
Decidí irme en carro con mis amigos. El parqueadero costaba $40.000, lo que me parecía bien para pagar entre cinco personas. Llegamos al festival, para entrar desde la Autopista había que caminar al menos 15 minutos hasta el primer filtro, pienso que esto ayudó muchísimo con el flujo de gente, pues no había filas y entrar era muy fácil. En el primer filtro chequeaban si uno tenía la manilla y en el segundo solo la escaneé en un sensor y seguía de una (en el Tomorrowland la entrada es así, solo con sensor y siga adelante rápidamente). Las requisas fueron mucho más sencillas y así, en menos de 30 minutos, estábamos adentro.
Escenarios
Ahí comenzó la aventura, la distribución del festival era totalmente distinta al de años anteriores. Lo primero que vi fue el escenario Budweiser, una novedad del FEP, este estaba en toda la mitad del festival, detrás del letrero gigante que decía “Estéreo Picnic”. Le decíamos “el domo” por su forma redonda, en este solo se presentaron Djs (en su mayoría locales). Me atrevería a decir que la música electrónica fue la protagonista de la décima edición del Estéreo, pues este escenario y el resto de artistas del festival fueron lo más innovador del FEPX, pero en eso profundizaré más adelante.
Entrando hacia “Un Mundo Distinto” estaba el “Hippie Market”, donde vendían toda clase de productos, pero más que todo impermeables. Luego seguía la plazoleta de comidas, que tenía una zona de mesas con carpas perfectas para sentarse a comer con tranquilidad. A los lados estaban dos escenarios: Adidas y Axe.
Al otro extremo del festival estaba el escenario más grande, el de TIGO, había que caminar más o menos 10 minutos de un escenario a otro. El espacio del Campo de Golf Briceño 18 era inmenso y fue el ideal para todo lo que ofrecía el FEPX. En medio de todo había una atracción, al estilo de un parque de diversiones, que te subía, podías ver todo el festival y de un momento a otro te bajaba de un jalonazo. No pudo faltar la piscina de pelotas y hubo algo nuevo, una cuerda larga, en la mitad del festival, en la que se podía hacer canopy, como estos muchos otros juegos de realidad virtual y demás que llevaban los patrocinadores.
Primer día-Viernes 5
Llegué a ver a Esteman, fue un buen concierto, nada del otro mundo, pero estuvo bien para calmar la ansiedad de lo que se me venía durante tres días. Empezó a llover, todo el mundo estaba preparado, las pintas de la gente eran con botas, impermeables, chaquetas, aunque no sirvió de mucho porque la lluvia duró alrededor de una hora y ya, ese día no llovió más, señas de que la nueva locación sirvió para un cambio de clima. Ahí mismo estaba tocando Interpol, la verdad esperaba muchísimo más, el grupo no cantó su canción emblemática “Obstacle”.
Después siguió Twenty One Pilots. Definitivamente de las mejores presentaciones del festival. El show lo iniciaron incendiando un carro en toda la mitad del escenario, la energía de Tyler Joseph junto con la fuerza que mostraba el baterista llenaron al público de una emoción desbordante. La parte más impresionante fue cuando Tyler (el vocalista) corrió desde el escenario hasta la cabina de control de iluminación que estaba ubicada en el centro del público, se trepó hasta quedar encima de todos y desde allá gritaba y cantaba como un loco. Todo fue un espectáculo completo con las mejores canciones de la banda incluidas.
De ahí pasé al domo de Budweiser para ver a Cayetano, la resonancia del escenario era perfecta para sus sonidos. Logré ver a Years & Years, un show un poco fresa para mi gusto, pero en todo caso un buen show, con las canciones principales. Luego crucé de nuevo de un extremo a otro para ver a Kendrick Lamar, qué fuerza la de ese man, una actitud poderosa y muy potente reflejó su presentación. La gente tuvo mucha conexión con Kendrick, rapeaban todas sus canciones a la par, un ensamble perfecto entre el público y el artista.
Finalmente logré ver a uno de mis artistas favoritos: Rufus Du Sol. La banda electrónica la sacó del estadio, tocó sus canciones más célebres “Innerbloom” y “Treat you better”. El público bailó al estilo Dance alternativo que los caracteriza. La noche terminó con Jon Hopkins, quien también estuvo espectacular, su presentación fue un Live que nos mantuvo bailando hasta que terminó la noche a las 3:00 a.m. Tan solo fue el primer día y ya los sonidos electrónicos estaban siendo protagonistas del FEPX.
Segundo día. Sábado 6
Llegué temprano para poder disfrutar las atracciones que tenía el festival. Llovió en la tarde hasta las 5:00 p.m. y de resto no llovió más. La verdad, en comparación con las versiones anteriores, este fue un Estéreo con poca lluvia, ¿había barro? Sí, pero muy poco, no se justificaba llevar las botas de caucho que muchos llevábamos. Además, la entrada estaba cubierta con placas grandísimas de cemento que no permitían que uno se ensuciara con el barro.
Al subirme a las atracciones, en medio de todos los juegos me regalaron helados, maní, papas, me gané hasta una máscara de lobo en el stand de Chevrolet. Como en todas las versiones del FEP, había un stand de “Échele cabeza” en el que se podia testear cualquier tipo de sustancia psicoactiva para verificar si era de calidad o no. También había un dispensador de hielo gratis y un stand detrás del “Hippie Market” en el que uno podía llenar las botellas de agua también gratis. ¿Qué festival de Colombia tiene eso? NINGUNO. La hidratación es importante y más si vas a consumir alcohol o cualquier alucinógeno.
La fiesta empezó con Portugal. The Man, un estilo muy rock, pero también hip hop, pero también electronico, pero también de los 90… en definitiva, una banda muy versátil con sonidos completamente únicos.
Luego siguió Zhu, que me dejó muy impresionada. Zhu superó mis expectativas, estar en su concierto fue deleitarme con exquisitos sonidos que llenaban mi cuerpo de vibraciones. En compañía de un saxofonista y un guitarrista, mezcló un set increíble. Definitivamente de los mejores artistas del festival.
Ya he dicho que los sonidos electrónicos se tomaron el FEPX, pero no podemos dejar atrás el sabor caleño que le dio un giro a esta edición. El Grupo Niche se presentó en el stage de TIGO, jamás había visto tanta gente reunida en un solo escenario, ni siquiera en Arctic Monkeys. Iniciaron cantando “Una aventura”, todo el mundo cantó, sus trajes de lentejuelas negras se tomaron el festival, la gente bailaba y la energía salsera se sentía en el aire.
La razón por la que digo que ir al Estéreo Picnic es salir de tu realidad, es porque este festival rompe esquemas, cambias de un momento a otro de ambiente, te encuentras en un lugar donde todo, absolutamente TODO es música y nada más. Volvimos a la electrónica con Disclosure, iniciaron con “When a fire starts to burn”, la gente se volvió loca, todos saltaban, cantaban, bailaban, así no hubiera espacio para hacerlo, todo estaba llenísimo, pero eso no impidió que lo disfrutáramos con emoción. Después de un par de canciones propias, el dúo inició su Dj Set mostrando con toda su estilo Tech House, una muy buena rumba.
Hasta hace unos meses, se suponía que iba a tocar The Prodigy en el festival, pero la muerte del vocalista hizo que reemplazaran a la banda por Underworld. Mis amigos estaban desilusionados porque varios de ellos habían comprado la boleta con el propósito de ver a The Pordigy, pero después de la presentación de Underworld, quedaron completamente satisfechos.
La verdad no extrañamos a The Prodigy, en un consenso entre, más o menos, 20 personas decidimos que el show de Underworld había sido el mejor del festival. “Uno de los shows más cerdos que he visto”, “Lo mejor del Estéreo”, “No necesitan más que muchas luces, bailar y buena música para dar un gran show y conectarse con el público”, así definieron muchos su experiencia durante la presentación de Underworld. Simplemente tienes que verlo para entenderlo, la energía de la banda y las consolas de Dj fueron lo que más me impactó y por eso, a mi parecer, se llevan el primer lugar en todo el festival.
Alcancé a ver un poco de Dj Pierre en “el domo” y también me encantó. Las luces láser encima de nuestras cabezas acompañaban perfectamente el tono de Acid House del Dj. Fue un set súper estallado, perfecto para la hora en la que estaba tocando, las 2:00 a.m., cuando la rumba está a tope.
El festival culminó con Dj Tiësto, una presentación que cautivó a los fans del EDM y con Nicola Cruz, quien terminó el mejor día de todo el festival. Sin lugar a dudas, el sábado fue el día más impactante, hubo muchísima variedad, estuvo lleno de sonidos cambiantes y shows espectaculares.
Tercer día. Domingo 7
Las energías ya no daban, tanto saltar y bailar me habían dejado agotada, pero eso no impidió que me gozara el Estéreo hasta el final.
The 1975 conmovió a todo el público, fue un show muy lindo, con un estilo refrescante y bailable. Luego le siguió Sam Smith, otro de los destacados del festival, el carisma de este hombre nos cautivó a todos, siempre sonreía, interactuaba con el público y nos recordaba que era su último concierto de una gira muy grande y así nos animaba a cantar con él. Creo que todos logramos ver la sinceridad y la pasión con la que Sam nos cantaba, lo hacía con mucho amor, con mucho sentimiento. Grande Sam Smith, vale totalmente la pena ver un concierto de él.
Corrí desde el escenario de TIGO al de Adidas para ver a The Foals, iniciaron muy suave, con un tono bien tranquilo, pero lo que se vino después fue puro rock. La intensidad y fuerza con la que tocaban hacían que uno saltara por inercia, no importó lo mamada que estaba, no importó el cansancio, ni el dolor de piernas, nada, igual salté y grité como si hubiera sido el primer día. Qué potencia la de The Foals, esta es una banda que si tuviera la oportunidad de ver de nuevo, no lo pensaría dos veces. Siguió la banda más esperada de todo el FEPX, Arctic Monkeys, escucharlos en vivo fue increíble, todo el mundo cantó, se sentía la conexión entre la banda y el público, fue un show que no decepcionó para nada.
El festival culminó con música electrónica: vimos a Odesza, Soul Clap y Dj Koze, el complemento perfecto para un festival fuera de este mundo. Nos hicieron bailar hasta que ya no pudimos más. Si me preguntan en qué se diferencia la décima edición del Festival Estéreo Picnic de años anteriores, diría que indudablemente fueron los sonidos electrónicos, los principales de este año 2019. La organización mejoró muchísimo, la ubicación fue un acierto y la variedad de artistas le tdio el toque alternativo que caracteriza al festival. La cantidad de extranjeros que vi en el festival no era normal, creo que nosotros como colombianos debemos aprovechar este tipo de eventos que están creciendo cada vez más.
No importa si te gusta o no el rock, de si te gusta o no la electrónica, la salsa, el hip hop, independientemente de eso, es una experiencia que todos deberíamos vivir, así sea solo ir un día al festival, tenemos que beneficiarnos de que esté tan cerca y créeme, vale la pena entrar a:
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