Artículo de opinión
Escrito por: David Herrera Acevedo, raver de Cali
Todos somos conscientes que la economía no pasa por su mejor momento, esto nos ha afectado de manera directa, puesto que se logra evidenciar en diferentes aspectos de la vida cotidiana, y la fiesta no fue la excepción. Cuando salimos de fiesta surgen muchas preguntas, quizás la más popular entre los ravers es:
¿Por qué debo de pagar 10 mil o 12 mil pesos colombianos por una botella de agua, cuando el precio normal es aproximadamente 1.200?
Esto motiva a hacernos otra pregunta más ¿acaso los promotores y colectivos solo piensan en el negocio y no en la cultura? Así como se generan estás dudas, es necesario que ampliemos nuestra visión para comprender un poco más las razones del por qué esto es así y que estos “precios” son necesarios para la escena, guardando claramente sus proporciones.
Para llegar a las razones de estos costos, vamos a adentrarnos un poco en el mundo de los empresarios y/o promotores para entender lo siguiente; para realizar la contratación de un artista por lo general, el costo de este booking se debe cubrir en euros ya que la mayoría de agencias que los representan se encuentran en Europa.
Sabemos que nuestra moneda presenta una devaluación frente a las principales monedas a nivel mundial y con respecto al euro ni hablar, entonces, sin importar la carrera del artista o el reconocimiento del mismo, el costo de este siempre va a ser bastante representativo para un empresario colombiano, si es un headliner dejo esto a su imaginación.
Estos DJs AAA se encuentran en una burbuja de bookings, ¿Qué significa esto? Se que muchos de nosotros entre nuestro combo de amigos nos hemos hecho la pregunta de ¿Cuánto cobrara este artista? Y nuestra respuesta es “debe cobrar mucho” pero ¿hemos analizado cuanto es mucho?
Pues para entender un poco más vamos a poner de ejemplo unos de los meses mas movidos del año para la escena electrónica, octubre, en este mes hubo la presencia de varios artistas TOP, los más importantes de diversos géneros, una parte de estos sobrepasan los doscientos millones de pesos, ¿recuerdas cuantos artistas mas acompañaban a estos artistas? ¿recuerdas el montaje, luces y sonido que tanto te gustaron?, esto solo significa una cosa, la cuenta sigue creciendo.
Pero no todo para ahí, en muchas ocasiones no somos conscientes de lo que se debe considerar adicionalmente con la presencia de los artistas, se debe contar con la logística adecuada de alojamiento, un buen hotel, buena comida y en general ser un buen anfitrión y tener en cuenta las exigencias del artista tanto para el como para su equipo de trabajo, que por lo general es el manager.
Pero bueno basta de costos, vamos a hablar de aspectos mas generales, la siguiente reflexión aplica sin importar la magnitud del evento y es el aforo, es decir se planea una cantidad tentativa de asistentes para que el evento sea viable mediante el ingreso de dinero por boletería, pero este dinero por lo general sólo alcanza para pagar el o los artistas y con suerte una parte del lugar o luces, sonido etc.
Esto da pie para el siguiente interrogante ¿De dónde sale entonces el resto de dinero para hacer posible el evento? Como ya nos podremos imaginar la única fuente de ingresos que queda, la barra, estos costos se establecen debido a que con este consumo se debe de garantizar cubrir los gastos pendientes por pagar y garantizar la obtención de ganancias.
Lo que nombramos anteriormente es un descargo de los aspectos que generan estos altos costos en la barra (tengamos en cuenta que nos faltaron nombrar mas gastos que implica la realización de un evento) sólo abordamos superficialmente un 60% de estos.
Con esto, buscamos que nosotros como ravers entendamos un poco mas a fondo el funcionamiento y las implicaciones que tienen realizar eventos masivos.
No debemos irnos en contra de algún festival, promotor y/o colectivo; repasemos un poco lo que acabamos de ver y en caso de ser necesario dar nuestro aporte o critica constructiva para la mejora de estos escenarios que son para nuestro entretenimiento. Asistir de manera más consciente y responsable, ya que actualmente salir de fiesta es un lujo sin importar el género, ya sea crossover, electrónica o cualquier tipo de evento de dispersión y ocio.